Camino.

Hoy es una cosa... pero mañana será otra.
Tengo la sensación de estar yendo por un camino.
En ese camino me estoy encontrando con: piedras, baches, charcos enormes, días de lluvia, otros de un sol agotador, en fin, una serie de cosas que me hacen ir muy muy muy despacio.
El camino parece duro, resistente a cualquier caminante. Pero cuando caminas sobre el te das cuenta de que no es tan firme como parecía. Debes andar con cuidado, fijándote muy bien donde pisas porque puedes encontrarte con algo que te haga caer.
Mas bien no es un camino donde te caigas, si no, donde no avances... Un camino donde un día crees haber avanzado un buen tramo, pero al día siguiente retrocedes el doble de lo avanzado.
Es un camino frustrante.
Y si, puedo cansarme de caminar, puedo dudar muchas veces si realmente he cogido el camino correcto, si me merece ir por ese camino y no por otro.
Pero ¿sabes algo? no voy a abandonar este camino porque siento que forma parte de mi. Siento que le necesito y quizá el también me necesite a mi.

Este es el camino que he escogido, para lo bueno y para lo malo. Debo seguir caminando aunque no divise la llegada.

Hay muchas preguntas y pocas respuestas.
*What have we found?The same old fears*
...Wish You Were Here...

5 días...
Cinco días a tu lado, cinco días donde me costara Dios y ayuda mirarte a esos ojos que tanto quiero.
¿Qué haré?¿cómo voy a reaccionar cuando vea tu cara cada mañana? ¿cómo sobreviviré luego sin ella?
Solo tengo una opción, debo disimular y ser completamente inexpresiva. No se me puede escapar una, porque tienes la mala costumbre de cogerlas al vuelo.
¿Sabes? me sienta mal que ultimamente mi máxima preocupación seas tú.
Que mis noches sin dormir sean por tu culpa, mejor dicho por la mía, pero siempre relacionadas contigo.
Me molesta tanto tenerte tan dentro de la cabeza, del corazón. Del corazón... nunca pensé que pudiese sucederme esto, ¿a mi?. He bajado la guardia, ese ha sido mi problema. Nunca lo hacia y pensé que teniendote lejos no me acordaría de ti y seria mas fácil olvidarte, pero que equivocada estaba. Ahora cuando te veo siento mas ganas de abrazarte, de repetirte una y otra vez la falta que me haces, lo mucho que te quiero, pero ¿para qué?
Esto va a pasar, lo se, tiene que pasar, debo hacer que se me pase porque no lleva a ningún sitio.
Tu no me quieres, ¿recuerdas? yo no soy la elegida.
Vamos a hacer un trato, ¿te parece?. Lanzate a ella, quierela como a nadie, restriégamelo por la cara, para ver si así me doy cuenta de que esto que siento es imposible, que lo que imagino nunca va a llegar. Quizá por las malas funcione.
Confío en ti, ayúdame.

Adios.

Ha llegado el momento. Ese que llevaba esperando tanto tiempo. Ese en el que por fin diría "adiós" a aquel lugar. Pero: ¿verdaderamente había llegado ese momento? Pensándolo despacio se da cuenta de que no es así, de que dentro de unos meses tendrá que volver y enfrentarse de nuevo a todos los recuerdos...
"Serán solo 3 días" piensa. Y eso van a ser, tres días, un paréntesis para decir adiós definitivamente a ese lugar, donde ya no hay oxigeno para respirar.
Deja atrás muchas cosas que ha vivido ahí dentro, y posiblemente por mucho que le cueste reconocerlo, va a echarlo de menos, quizá no las paredes, o los pasillos, o las escaleras, pero si a la chica de detrás, al chico de delante, a los del año pasado y ¿quien se lo iba a decir? a los de este.
Va a echar de menos a la profesora de lengua, a la de latín pese a solo encontrársela por los pasillos, quizá al de matemáticas por muy vikingo que sea y hasta puede llegar a recordar al de historia y ese ultimo abrazo.
Pero sin duda si algo va a echar de menos van a ser las risas compartidas años anteriores e incluso este que creyó no reír, encuentros en los pasillos, en las escaleras, en el patio... Ya no tendrá la oración de la mañana donde mas que una oración era una suplica a pasar ese día rápido, ya no tendrá un "tiiia no me lo se"
o un "suspendo seguro, de verdad Belén, este si"
Y lo que nunca pensó que echaría de menos es ese dolor de espalda por estar todo el día girada,porque detrás le esperaba su angelito o un satán, dependiendo del día. Esa persona necesaria para afrontar los días con una cierta alegría, con un cierto optimismo.
Sin duda hay muchas cosas que deja atrás y se alegra por ello, pero por mucho que le cueste reconocerlo también deja cosas atrás que echará de menos.

vueltas.

La vida se ha quedado atascada en este momento. Voy dando vueltas siempre a lo mismo y tengo claro que existe una salida en este círculo en el que estoy metida. Un mal trazo del que ideó el círculo para mí. El problema es que cuando creo ver la salida, ya me he pasado de vuelta y en vez de estar atenta para salir en la próxima, me pongo a lamentarme y a pensar en lo tonta que soy por habérmela pasado.
Quiero que termine este mareo, necesito salir de este círculo vicioso en el que me encuentro. Se que la única que puede hacer algo por ello soy yo, yo misma tengo la solución pero no las fuerzas para hacerlo.
Es parecido al cuento de la lechera, ¿alguna vez te lo contaron? El cual siempre que lo escucho, o lo pienso, termino diciendo lo mismo:
“pobre tonta que vive de fantasías hasta que se encuentra con la realidad”
Me siento tan identificada con la lechera… Cada día que pasa me meto en mi mundo de fantasías, pero en un constante ir y venir de la realidad. Y ese ir y venir continuo es lo que me está mareando tanto, lo que no me permite apenas un solo minuto de paz.

“No es lo que me trae cansada este camino de ahora, no cansa una vuelta sola, cansa el estar todo el día, hora tras hora, y día tras día un año, y año tras año una vida, dando vueltas a la misma noria.”

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¿Por qué cuesta tanto dejar atrás algunos sentimientos?
¿Alguna vez has sentido que algo te esta absorbiendo por dentro y no sabes como sacarlo de ahí?
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Tumbada en la cama vuelve a no poder dormir. Esta vez es porque no puede parar de pensar en lo que le había dicho esa noche, otra vez.
No era ella la elegida, no era la indicada para borrarle los recuerdos de ese amor que tanto le hizo sufrir, no era ella sencillamente, por ser ella.
Y él le cuenta lo confundido que está, los vagos recuerdos que aun le quedan de aquel doloroso amor, y como otra persona le está haciendo olvidar todo aquel daño.
Pero no era ella, ni por asomo.
Se traga sus sentimientos y vuelve a lo mismo de siempre, a animarle a ser feliz con otra persona pese a estarse muriendo por dentro por gritarle que le quiere.
Pero se calla, una vez mas vuelve a tragarse sus palabras porque no conseguiría nada bueno al decírselo, posiblemente todo lo contrario.
Y ahí se queda, secándose las lagrimas de los ojos, tecleando un “Buenas noches, descansa” esperando una sencilla respuesta que nunca llegará y conformándose al leer “Igualmente, gracias otra vez”.
Y tonta de ella susurra un TE QUIERO apagando el ordenador.

Dias...

Hay días en los que se siente perdida, sin rumbo.
Hay días en los que la vida le queda grande.
Hay días en los que poner la mejor de sus caras para aparentar, no le sale.
Hay días en los que piensa un por qué para continuar.
Hay días en los que hasta la luz mas tenue molesta a sus ojos.
Hay días en los que dar un solo paso le cuesta un mundo.

Pero también hay días como hoy en los que todos los anteriores por un momento se olvidan y pese a las nubes grises del cielo ella encuentra un rayo de luz.

Porque hoy ha reído como pocos días.
Porque hoy ha vuelto a ver ese angelito que escondía.
Porque hoy ha sentido esa conexión que había olvidado.
Porque la vida es un ir y venir.

Porque hoy ha sido un paréntesis en su vida monótona y aburrida y mañana volverá a lo de siempre y posiblemente olvide este día, porque ha sido solo eso, un paréntesis, un "sueño" del que por desgracia,quiera o no, va a tener que despertar.

Silencio.

El silencio de la noche tiene tantas caras… puede ser tan diferente de un día para otro.
Hay días en los que las horas no pasan, la noche se hace eterna y sientes cierto alivio cuando suena el despertador a las 7:00 para avisarte que un nuevo día comienza. Aunque no sea así porque para ti es el mismo día que ayer, y que antes de ayer, igual a los de hace una semana, incluso igual a los de hace años.
Pero también hay días en los que te sientes protegida por el silencio en el que te encuentras, tú y la noche, las dos solas, nadie más para opinar sobre la vida, nadie para discutirte tus decisiones, para decirte lo que debes o no debes hacer.La noche, mi gran compañera, esa que nunca me deja y que al mismo tiempo me hace tanto daño, pero que está pase lo que pase, la que me recuerda cada día lo bueno y lo malo. El silencio de la noche es mi mejor banda sonora para esta vida que me ha tocado vivir. Sin cambios, monótona, aburrida, pero que en ocasiones te pega algún susto con alguna tos ronca de alguien, avisándote que hay gente fuera de las cuatro paredes de tu cuarto que esperan al sol para seguir con sus vidas, a diferencia de ti, que te quedas con la luna y su silencio, agarrada a los recuerdos, esperando a ser conquistada algún día por el sol.